martes, 2 de abril de 2013

¿Qué es el Zen?

Círculo Zen. Fuente: The art of Zen
 
En la antigüedad un discípulo le preguntó al maestro:

-Maestro, ¿qué es el Zen?
-Cuando tengo hambre como, cuando tengo sueño duermo - respondió el maestro

Este pequeño diálogo nos viene a demostrar lo intrínsecamente complicado que es intentar explicar el Zen. Realmente creo que no puede ser explicado. Debe ser vivido, experimentado, sentido, en definitiva, practicado. Sí podemos hablar de lo que no es el Zen. No se trata de una religión, ni de un simple método de relajación, ni de una filosofía propiamente dicha, ya que lo que pretende es precisamente liberar la mente de cuestiones filosóficas que no nos llevan a ningún lugar. Entonces, ¿qué es el zen?

No penséis que nosotros los occidentales, con el pragmatismo que nos caracteriza, somo los únicos que tenemos dificultades para entender los que es el Zen. En su libro "Las claves del Zen", el maestro vietnamita Thich Nhat Hanh nos cuenta como tras ingresar en un monasterio Zen a la edad de dieciséis años le pidió al monje al que estaba encomendado que le enseñara el "camino" del zen. Este le entregó un librito, El pequeño manual de prácticas, recomendándole que se lo aprendiera de memoria. El libro no contenía ninguna filosofía del zen, sólo problemas prácticos (métodos de control y concentración de la mente, el comportamiento que debían seguir los monjes en su vida monástica y un pequeño fragmento literario que exhortaba a meditar a los discípulos del zen) Thich Nhat Hanh estaba confuso, esperaba un tratado en toda regla que le introdujera en los principios teóricos del zen. Se encontró en cambio en la necesidad de comenzar a practicar sin conocer estos principios. Cincuenta  años después afirmaba que "el Manual es la esencia misma del budismo zen".

Podríamos, por tanto, afirmar que el Zen es un camino personal de aprendizaje, un camino que nadie puede recorrer por nosotros y que, aquí viene una nueva contradicción, no tiene ni metas ni objetivos concretos. Un largo camino en el que iremos dejando en la cuneta las pesadas cargas que nos acompañan en nuestra vida diaria, la vanidad, el orgullo, la arrogancia, el engreimiento, el miedo. Todo un sistema de valores que rige una sociedad cada vez más deshumanizada y que nos impide disfrutar de las cosas más sencillas de la vida

Tomar conciencia de estas cargas es sólo un comienzo en nuestro viaje por el Zen.


Eso es todo por ahora. Nos vemos en el camino...

Francisco arellano

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